jueves, 22 de noviembre de 2012

Visión Integral de la Persona

  Mi propósito con este artículo es ofrecerte una visión que te permita emplear todas tus potencialidades para lograr ser la persona que deseas ser y conseguir sentirte en paz contigo y con tu Vida.

  Como persona tienes 4 partes esenciales que te integran tu ser: mente, emoción, cuerpo y espiritualidad. En este artículo hablaré de dos de esas partes.

  Siento que uno de los principales motivos que nos provoca sufrimiento, dolor, insatisfacción a las personas, es la forma en que nos miramos, lo que sentimos que somos y los recursos que utilizamos en nuestro vivir. El autoconcepto consiste en seleccionar interesadamente algunos aspecto de mí, identificarme con ellos, y mostrarme así de limitado y previsible ante el mundo. Aunque la foto resultante es parcial y pobre la enarbolo como identidad, y me digo a mí mism@ y les digo a los demás "yo soy eso".


  La visión que hoy quiero compartir contigo, me cambió, en concreto cambió mi mirada y también mi Vida. Dicha idea pertenece al ámbito de la Gestalt y se conoce como la visión integral de la persona. Siento que yo, igual que tú, tengo 4 partes esenciales:


· Parte RACIONAL/MENTE. 

  Es la parte con la que más nos identificamos. Vivimos en una cultura que potencia, reconoce y premia el desarrollo de nuestra parte racional. Una cultura en la que las “mentes brillantes” son valoradas y reconocidas. 

  Tratamos de vivir nuestra vida, desde lo racional, buscando una explicación para todo aquello que nos sucede, tratando de entender de forma aislada los acontecimientos que ocurren en nuestras vidas. Nos preguntamos una y otra vez el ¿por qué? de lo que sucede y nos sucede, nos enredamos en nuestros laberintos mentales y sufrimos. Cómo dice Virginia Satir "somos expertos en complicarnos la Vida". 

  Nos relacionamos con los demás desde lo que sabemos, no desde lo que sentimos. Uno de nuestros errores es identificarnos con nuestro pensamiento. E. Tolle sostiene que "no eres tus pensamientos, eres el espacio desde el cual surgen tus pensamientos. La causa principal de infelicidad nunca es la situación sino tus pensamientos sobre ella". 

  Aún seguimos a momentos anclados en la frase del filósofo Descartes "pienso, luego existo". Yo más bien diría "que pienso, me emociono, tengo sensaciones en mi cuerpo, intuyo y tengo fe en ..., luego existo" 

  Basamos nuestras decisiones y nuestro vivir en sólo 1 de nuestras 4 partes esenciales como personas, desaprovechando buena parte de nuestro potencial para tener una Vida saludable. "Nunca es tarde para ser lo que deberías haber sido" George Elliot.


· Parte EMOCIONAL. 

  La educación emocional que recibimos en nuestras familias o por parte de las personas responsables de nuestra crianza nos lleva a establecer a cada uno desde pequeños una relación muy particular con nuestras emociones. Vamos generando una visión personal que nos hace vivir y etiquetar algunas emociones como positivas y otras como negativas. Desde ese aprendizaje y vivencia personal, me doy permiso para experimentar internamente y para expresar algunas emociones, y no me lo doy para sentir y expresar otras. Suele ser inusual escuchar a personas hablar de sus sentimientos. Vivimos expresar nuestros sentimientos como una muestra de debilidad, un acto que me convierte en una persona vulnerable. 

  Olvidamos que la persona madura escoge la transparencia a la apariencia. No deja de sorprenderme que en los talleres formativos que realizo muchas personas pidan perdón cuando se emocionan por algo y lloran. Al negar mis sentimientos estoy negando una parte esencial de mí. Una de mis partes más sabias. Los sentimientos son una de las mejores guías de la que disponemos las personas. Son indicadores de necesidades que están por cubrir, por atender. Los sentimientos me informan de lo qué está sucediendo en mi relación con mi entorno. Y yo en vez, de escuchar el mensaje que traen para mí, trato de escapar de ellos, los niego, como si al hacer esto, el sentimiento y la necesidad insatisfecha fueran a desaparecer. 

  El sentimiento no atendido no desaparece, por el contrario fermenta, se vuelve más dañino, y una y otra vez volverá a reclamar mi atención, a pedir que lo escuche. Si inhibo un sentimiento, inhibo la fuerza sanadora que hay en mí. Las limitaciones que tenemos en el manejo de nuestros sentimientos nos llevan a sobrecargar nuestra “mochila” con temas inconclusos que nos pesan y hacen costoso nuestro vivir. 

Queremos vivir una Vida sin miedo, sin rabia, sin tristeza y eso es imposible. Seguimos sin integrar que las emociones son parte de nuestra inteligencia. 

Hugh Prather dice en su libro palabras a mi mismo "el darme cuenta de mis emociones amplía mis alternativas ensanchando el rango de mi elección". 

Te invito hoy a pararte y tomar conciencia de cómo te relaciones con cada uno de tus sentimientos nucleares: alegría, tristeza, rabia/ira, miedo y amor.

Un Abrazo y buen camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario